giovedì 4 giugno 2015

ESTAR BIEN INFORMADO - Captar y procesar bien la información

"Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender." Esta idea, sin embargo, es de Herbert Gerjuoy, citada por Toffler en El shock del futuro.

Un analfabeto será aquel que no sepa dónde ir a buscar la información que requiere en un momento dado para resolver una problemática concreta. La persona formada no lo será a base de conocimientos inamovibles que posea en su mente, sino en función de sus capacidades para conocer lo que precise en cada momento».Alvin Toffler (La tercera ola)


La información es un recurso relevante en el desarrollo científico y técnico de la sociedad moderna, es el vehículo que transmite el conocimiento, por lo tanto es un elemento esencial para el bienestar y el progreso. La información es necesaria para la toma de decisiones, el acceso y uso de ella ha dividido a los ciudadanos en pobres y ricos en información, unos que no tienen acceso a ella, y otros que tienen a acceso a la información para las toma de decisiones acertadas y satisfactorias.
Debido a este crecimiento "explosivo" que ha tenido la información en las últimas décadas las organizaciones necesitan de una gestión adecuada para mantener sus procesos productivos y comerciales.
Para V. Cano (1999) el concepto de "gestión de información" ha sido facilitada por dos factores :
el incremento del uso de tecnologías que faciliten el almacenamiento y procesamiento de grandes cantidades de datos en el nivel de alfabetización informativa de la fuerza laboral.
Sin información no es posible la evaluación y el cambio, ella vincula todo el ejercicio de la inteligencia, la actividad y la inventiva.

El mundo que nos rodea
Hoy en dia tenemos toda la información al alcance de un click.
¿De dónde provienen todos estos datos? Los fabricamos directa e indirectamente segundo tras segundo. Un iPhone hoy en día tiene más capacidad de computación que la NASA cuando el hombre llegó a la luna17 por lo que la cantidad de datos generados por persona y unidad de tiempo es inmensa.
Todos queremos estar bien informados, y esta ansiedad informativa nos impulsa a querer digerir toda la información que nos ofrecen y que parece necesaria. Pero esta ingestión obsesiva provoca frustración cuando se comprueba que no alcanzamos a asimilar todo lo que quisiéramos, porque hay mucha más información disponible que aquella que podemos asimilar.
Este exceso de información se ha utilizado en ocasiones como mecanismo de censura porque tiende a ocultar la información que resulta incómoda. En democracia, la censura funciona por asfixia: ofrecen tanta información que se pierde la noción de lo necesario e importante. Es una forma moderna y encubierta de censura que no consiste en suprimir información, sino en sobreinformar, para disimular, para esconder. Al contrario de lo que se piensa, más información puede significar menos libertad.
Tan difícil es vivir faltos de información como vivir desbordados por la sobreabundancia informativa.
La falta de previsión de la actual crisis financiera es un ejemplo de cómo la acumulación de información puede volverse en contra. La crisis se produjo cuando el mundo disponía de más información que nunca, pero precisamente el exceso de información es lo que no le permitía ver las señales de alerta. Lo afirmó James Powell, director de tecnología de Thomson Reuters, en una reunión cumbre sobre internet que se celebró en San Francisco en noviembre de 2008. Y ahora los bancos siguen ignorando el peligro de no escudriñar bien los datos, según sostiene un informe que publicó The Economist el pasado 25 de febrero.
El empacho informativo es un verdadero problema. La información pierde cualidades, no puede cumplir sus objetivos, se vuelve más nociva que provechosa. Genera angustia porque hay tanta información que ya no se la puede asimilar, y de esta manera el exceso de información incapacita para tomar decisiones sensatas, y entonces provoca un aumento del estrés. Esta situación que resulta de contar con demasiada información para tomar la decisión correcta, o para estar bien informados sobre un tema, es lo que se denomina sobrecarga informativa. El concepto fue acuñado por Alvin Toffler en 1970, pero la sociedad choca con este fenómeno desde mucho antes. Ya en 1550, el teólogo Juan Calvino se quejaba de que había tantos libros que ni siquiera tenía tiempos de leer los títulos. Desde entonces, la producción científica experimentaría un crecimiento imparable y exponencial: el número de revistas académicas que se publican desde el siglo XVII se ha ido duplicando cada quince años. Y tal ha sido la explosión de la actividad bibliográfica que ya en 1830 ningún científico podía pretender estar al día de todo lo que se publicaba sobre su campo de interés. El aumento de información también ha comportado un incremento de los canales de transmisión: el progreso nos ha traído los medios de comunicación de masas y la red de internet. Estas dos fuentes han resuelto la antigua traba del acceso a la información de forma global, pero han generado
obstáculos nuevos. El progreso tecnológico ha hecho que sea tan fácil el producir, distribuir y obtener información que ha eliminado filtros, y ha reducido la “selección natural” que tiempo atrás rechazaba publicar lo que no fuera lo bastante significativo. Como resultado, hoy abundan los contenidos irrelevantes, confusos e imprecisos, una niebla tóxica que hace difícil ver con claridad.

La tercera parte de la población mundial ya es 'internauta'. La revolución digital crece veloz. Uno de
sus grandes pensadores, Nicholas Carr, da claves de su existencia en el libro 'Superficiales. ¿Qué
está haciendo Internet con nuestras mentes?' El experto advierte de que se "está erosionando la
capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma".

El concepto de infoxicación como tal fue acuñado por primera vez por Alfons Cornella, Fundador y presidente de Infonomía en el año 2000 o finales de 1999. Sin duda fue un acierto por parte de Alfons que fue el primero en definir y darse cuenta de qué es la infoxicación, para aludir a la sobresaturación de información, como acrónimo de intoxicación por información. Es la sensación de angustia que nos produce la imposibilidad de manejar el exceso de información que recibimos a diario. Ello incide de forma directa en nuestra productividad.

¿Qué es la infoxicación? ¿Es lo mismo la infoxicación y el "overload information"?
La infoxicación es el exceso de información. Es, pues, lo mismo que el information overload. Es estar siempre "on", recibir centenares de informaciones cada día, a las que no puedes dedicar tiempo. Es no poder profundizar en nada, y saltar de una cosa a la otra. Es el "working interruptus". Es el resultado de un mundo en donde se prima la exhaustividad ("todo sobre") frente a la relevancia ("lo más importante").

Causas
Recogemos más información de la necesaria;
Recibimos una gran cantidad de información.

para apoyar la competencia y nuestras razones a la hora de tomar decisiones;
por si pudiese ser útil en un futuro;
para no quedarnos atrás respecto a los que nos rodean.

Consecuencias
El síndrome se acompaña de manifestaciones tales como
dolor de estómago, pérdida de visión,
problemas de atención y concentración,
dificultad para el análisis y la toma de decisiones,
búsqueda constante de más información,
ansiedad, estrés y trastornos del sueño.

La ansiedad es algo que se ha denominado técnicamente como IFS “information fatigue síndrome”. Este término ya fue acuñado en 1996 por el psicólogo británico David Lewis.

Soluciones
Según Alfons Cornellá, “El problema y su solución comparten el mismo origen:
la red. Internet nos satura de información pero al mismo tiempo nos proporciona las herramientas para no morir “infoxicados”.

Aprender a utilizar los buscadores,
realizar búsquedas avanzadas,
priorizar aquel contenido crítico que nos ayudará a conseguir nuestros objetivos inmediatos y relegar aquel que nos puede ser útil más tarde,
utilizar herramientas y aplicaciones que agilicen nuestra consulta de información, al permitirnos seguir de forma centralizada los contenidos de varias páginas web sin tener que entrar en cada una de ellas (Feedly, Flipboard, Google Currents…), utilizar las listas de Twitter y Facebook para agrupar determinados perfiles.

Para evitar infoxicarse es primordial valorar más que nunca la calidad de los contenidos. Y que los usuarios formen sus propios criterios, para recibir sólo la información que nos interese, de calidad, y saber dónde encontrarla.

La infoxicación es un problema que se resuelve individualmente con organización y priorizando contenidos.

La gente busca información que confirma su visión del mundo e ignora la que no encaja.
El sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio es la tendencia a favorecer la información que confirma las propias creencias o hipótesis. El término sesgo de confirmación fue acuñado por el psicólogo inglés Peter Wason. La gente muestra esta tendencia cuando reúne o recuerda información de manera selectiva, o cuando la interpreta sesgadamente. El efecto es más fuerte en publicaciones con contenido emocional y en creencias firmemente enraizadas. Por ejemplo, al leer acerca de políticas sobre armas, la gente por lo general prefiere las fuentes que afirman sus posturas ya existentes. También tienden a interpretar que las pruebas ambiguas apoyan su postura existente. Se ha invocado la búsqueda sesgada, la interpretación y la memoria para explicar la polarización de las actitudes (cuando un desacuerdo se hace más extremo o polarizado a pesar de que las diferentes partes están expuestas a las mismas pruebas), la perseverancia de creencias (cuando las creencias de las personas persisten pese a que se ha demostrado su falsedad), el efecto de primacía irracional (cuando se tiene mayor confianza a las primeras experiencias tenidas con algún hecho, que a las más recientes) y la correlación ilusoria (cuando la gente falsamente percibe una asociación entre dos acontecimientos o situaciones).
La manera de luchar contra el sesgo de confirmación es simple de enunciar pero difícil de poner en práctica. Hay que tratar de pensar y probar hipótesis alternativas. Suena fácil, pero no está en nuestra naturaleza. No es divertido pensar que podríamos estar equivocados o hemos sido mal informados. Se necesita un poco de esfuerzo.

El Big Data o Datos Masivos se refiere a sistemas informáticos basados en la acumulación a gran escala de datos y de los procedimientos usados para identificar patrones recurrentes
dentro de esos datos.
La tendencia a manipular ingentes cantidades de datos se debe a la necesidad en muchos casos de incluir los datos relacionados del análisis en un gran conjunto de datos, como los análisis de negocio, publicitarios, los datos de enfermedades infecciosas, el espionaje y seguimiento a la población o la lucha contra el crimen organizado.



FUENTES:

Alfons Cornellá en “cómo sobrevivir a la infoxicación”

Cornellá, Alfons“Cómo sobrevivir a la infoxicación”


Infoxicación: buscando un orden en la información















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